Las pequeñas decisiones pueden marcar una gran diferencia en el impacto que tenemos en el planeta. Un buen ejemplo de esto, es elegir recargas de pouches flexibles para productos de hogar y cuidado personal que se usan a diario, como una forma sencilla de reducir la huella de carbono.
Al utilizar un empaque flexible para rellenar un envase rígido, como ocurre con muchos detergentes, jabones y champús disponibles en el mercado actual, estás multiplicando tu impacto positivo: evitas desechar el envase rígido original de mayor peso y comprar uno nuevo; y adquieres un producto que ha generado menos emisiones de gases de efecto invernadero, desde la línea de producción hasta tu propio hogar.
¿Cómo es esto posible? Los envases flexibles ofrecen de 5 a 10 veces más producto en comparación con las alternativas rígidas. Esto implica menos material utilizado para la misma cantidad de producto y menos desperdicio una vez que esté vacío. Además, un empaque más ligero y compacto significa que la logística se puede optimizar durante el transporte y almacenamiento, lo que, a su vez, reduce el consumo y las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por los camiones.
¿Quieres hacer aún más por el medio ambiente? Elige un empaque reciclable, como nuestro Pouch 5, que puede ser clasificado en el flujo de PP y convertirse en un nuevo recurso, en lugar de ser desechado en un vertedero.